Deberes en verano, ¿qué es mejor para los niños?
El verano es una época maravillosa para los niños, aprovechan más que nunca los juegos de exterior, las interacciones sociales y el cambio en sus rutinas.
Pero a la hora de hacer deberes en verano, ¿qué debemos de hacer?.
Es la eterna duda de los padres: ¿deberes sí, o no?.
Es cierto que los niños han trabajado mucho durante el curso escolar, deben de sentirse liberados de carga mental durante los meses de vacaciones, pero no por ello debemos dejar pasar la oportunidad de que olviden todo lo aprendido durante el año en los casi 3 meses que dura el verano.
¿Cómo encontrar el equilibrio perfecto?
Lo ideal sería que establecieran una serie de rutinas, y que lo que tuvieran que repasar lo hicieran a través de juegos o momentos agradables.
Lectura:
Acompañarles a buscar un libro que les apetezca leer, acorde con su edad y lejos de las obligaciones que tienen con la lectura durante el curso. Aprenderán a tomarlo como tiempo de ocio en vez de como una obligación poco apetecible.
La imitación es muy importante, si en su entorno nos ven disfrutar de un buen libro de una manera relajada, puede que se sientan más cómodos en ese ambiente.
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Escritura:
Si tu peque necesita refuerzo en el ámbito de la escritura, puedes hacer que lo trabaje de manera divertida.
A lo mejor un cuaderno de copiar frases sin sentidos no le termina de motivar, pero si le haces un dictado con un chiste al día, o copiar una adivinanza que luego le pueda contar al resto de la familia, hará que hasta disfrute con la actividad.
Matemáticas:
Canciones para recordar las tablas de multiplicar, o problemas de lógica divertidos, harán que las entiendan y recuerden más facilmente.
Podéis probar a jugar con globos de agua, contarlos al principio, ver cuantos hay de cada color (sumar), ver cuántos se han roto después del primer juego (restar) y ver cuántos nos quedan al final.
Ciencias:
¿Experimentos en familia? ¡Sí, por favor!
Mirad qué libros tan divertidos
Aún así, no todos los niños tienen las mismas necesidades, ni si quiera cada curso exige lo mismo. Lo mejor es hacer caso a las recomendaciones del colegio y del tutor de cada niño, que nos aconsejará qué es mejor hacer en cada situación particular.
Pero sobre todo, más allá de los deberes, lo importante es disfrutar todo el tiempo posible de ellos y de su tiempo libre, qué aunque sean 3 meses, ¡pasan muy muy rápido!